miércoles, 7 de mayo de 2014

Sucesos inesperados

Llevaba años sin hacer esto. Sin necesitar un blog, sin necesitar el drama, la angustia, el dolor. Quién hubiese dicho dos semanas atrás, que yo iba a terminar así? Si la mierda de mi vida parecía haber terminado. Quién hubiese dicho dos semanas atrás, que volvería a ser esa que prefiere estar encerrada escribiendo una historia antes que salir a emborracharse. 
Esta mañana me levanté más tarde de lo usual porque no iba a ir a la escuela, tenía papeles que hacer para la licencia de manejo y turno para un control rutinario con mi doctora de cabecera. Me bañé, me cambié e hice los papeles que tenía que hacer. Después, fui junto con mi mamá a la doctora, que le pidió a la anterior que se retire del consultorio porque necesitaba hablar conmigo a solas. 
Tras tanto acting de parte de esta profesional, lo único que conseguí es una derivación a un psiquiatra, unas pastillas antidepresivas y un diagnóstico de depresión severa plus un tratamiento de aislamiento por cinco días.
Mañana es mi primer día, y tengo pensado ir contando cómo la paso no solo en estos cinco días sino en los, aparentemente, seis meses de tratamiento que tengo que cumplir tomando la pastilla. 

Me siento:
Devastada, vacía, sola, enojada, angustiada, quiero llorar. Peleé con ella otra vez, la odio, siempre me hace sentir como a una mierda, me siento inservible, descartable, siento que no valgo nada. Una basura. 
Me odio, me odio segundo tras segundo y lo único en lo que puedo pensar es en morirme.